Te escribí
tantas veces,
miles, amor,
tantas veces…
Me hiciste
olvidar la vida
aunque solo viviera yo.
Eran cartas sin destino
pero con destinatario
que por mi miedo no leíste,
que tus ojos nunca vieron.
Tantas veces las tiré al mar
o al final de algún camino,
las rompía en mis manos
o caían sin nombre a un buzón.
Volaba mi pluma de acero
con líneas irracionales
que giraban en espirales
y se dormían en un cajón.
Cuántas ideas desechadas,
cuántas palabras imperfectas,
cuántos errores escritos,
cuánta vida y cuánto dolor.
Cuánta paz me llegaste a dar
aunque rodaran mis lágrimas,
solo quería escribirte,
solo necesitaba hacerlo.
Muchas veces, sin saberlo,
sanaste mis cicatrices,
pues como volverte a ver
era hablar de tu recuerdo.
Te escribí tantas veces
que ni lo imaginas.
Con versos de fuego,
tinta, amor y miedo.
Te escribí tantas veces
que ni lo sueñas,
mi piel se tornó poema
y habitabas mis miembros.
Te escribí tantas veces
que se me acabaron
todas las palabras
que jamás existieron.
Te escribí tantas veces
que me hiciste olvidar
todo lo que no era tú.
Autora: Cristina
Absolutamente precioso y doloroso, sobre todo si has vivido algo así.
ResponderEliminarEnhorabuena.
http://misrelatosyesteblog.blogspot.com.es