Cita

"¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre..., ¡Y también lloro!"
(Bécquer)

domingo, 7 de septiembre de 2014

Habiendo muerto, pues, asesinado







Por otra noche solo, por solo otra noche más de compañía transforme, falsa y huidiza, por una y otra mentira; como el sol que acecha, la muerte espera, y los venenos de la santa medicina conocen la dulzura del lento escapar de la vida. Soy el no nato cristal que refleja el mórbido mundo en una piel pálida que se apaga, soy el sol que escapa del abrazo crepuscular, un último hálito caliente y avinagrado. Nada moldea más el corazón de un hombre que una llama recién apagada y el mío, que en su día fue de carbón, ahora es de diamante frío y laminado.


¿Y ahora qué? ¡Ah! Los ríos van al mar, o eso recuerdo de este y de aquel poeta, ¿pero qué tiene de humano el río? ¿Y qué tiene de muerte el mar? Recuerdo que crucé ambos (“tiempo atrás”) haciendo una barcaza de carne, de huesos, de piel; me auparon gigantes de vapor fuera de mi tumba de agua y gracias a ellos no me arrepiento de nada. Me abandoné a las icarias alas de esa cera azulada y prosaica que destilan los sueños (los frutos que cuelgan del árbol vital enraizado sobre nuestra tierra podrida de empeños y de fantasmas, sobre nuestra América trasnochada, madre de todos los ideales pisoteados).


Y no queda nada, las nubes son sombras y engullen mis ojos en lágrimas secas. No queda nadie, me abandonan las caricias de este ser infame y ahora respiro el polvo de aquellos mártires de la nada, de los héroes sin peana; esta es una gloria barata y facilona. Dios, ¿dónde están los versos que me harían poeta? ¿Dónde está mi nombre escarbado en la piedra? ¿Por qué se desliza todo esto como niebla entre mis dedos? Iván me llamo, caído, sangrando, muriendo, aunque, al final, bajo tierra también mi nombre será pasto del tiempo.


Y no queda nada, las nubes son sombras carnosas con huesos y piel que envuelven mis sueños como un estuche evanescente y lloroso. Nubosos son los nombres que dan forma a las historias de una vida que se desvanece, y así, brillan las vías que dan nombre a las formas de desvanecerse de una vida sin historia. Hoy morí sin río ni mar, ni paz ni gloria.



«Pues habiendo muerto asesinado, nos manda ahora manifiestamente el oráculo que se castigue a los homicidas».
Sófocles


José Javier Pérez Ros

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"Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír".
(George Orwell)